Desde el pasado 2 de Agosto varias entidades y empresas presentan la plataforma "Ministerio de Turismo, ya". La plataforma se impulsa desde Hosteltur, siendo una iniciativa sin ánimo de lucro que busca dar voz y espacio a quienes consideran "necesaria la creación de un Ministerio que represente, potencie, promociones y cohesione la primera industria de España" según se puede leer en este sitio web.
Desde esta plataforma entienden que el órgano encargado del turismo en España, se ha ido degradando de una Secretaría de Estado a una Secretaría General con mucha menos capacidad e influencia.
Desde la plataforma se destaca que la creación de un Ministerio de Turismo es una "necesidad estratégica", ya que esta actividad es uno de los principales motores de la economía del país.
La demanda de un Ministerio de Turismo es casi unánime en el sector, pero existen algunos expertos, como D. Manuel Figueroa Palomo, Director del Centro de Investigación de Desarrollo e Innovación Turística, que aportan al debate una perspectiva interesante apuntando a una posible alternativa. Según el señor Figueroa exiten una serie de evidencias que deben ser consideradas a la hora de tomar la decisión política de la creación de un Ministerio:
En los momentos del pasado, de intenso crecimiento y desarrollo del turismo, no existía Ministerio de Turismo, y la actividad turística funcionó correctamente.
Hay que mencionar el traspaso de las competencias de ordenación del turismo a las CCAA, despojando de obligaciones técnicas a los órganos de la administración turística del Estado. Es absurdo, según el señor Figueroa ahora que hay menos o casi ninguna competencia engordar la administración turística central.
El carácter transversal del turismo podría producir graves colisiones y solapes con otros ministerios y secretarías del estado (transporte, fomento, medio ambiente, consumo etc...)
La fuerte influencia en la formación del PIB no sería justificación por si sola, para la creación del Ministerio de Turismo; actitud que si se llevara a cabo obligaría a estructurar la administración general del Estado en función a sus aportaciones al PIB.
Todos estos argumentos, puntualiza el señor Figueroa, no orientan a una política en donde no se reconozca el papel fundamental del turismo. Si no lo que se propone es una adecuada política de institucionalización administrativa del turismo, debería situar, la cabeza gestora en una Secretaría de Estado, perteneciente al Ministerio de la Presidencia. En donde sí tendría suficiente capacidad directora, rectora y sobre todo la función que le corresponde al turismo en el Estado, que no es otra que la de coordinación o la regulación y ordenación de los mercados.
Otra reflexión distinta a la anterior es la de Miguel Ángel Campo Seoane, directivo de Hosteltur, según Campo Seoane si las asociaciones empresariales del sector turístico tuviera claro los objetivos comunes y se reunieran en un lobby influyente y poderoso, tendrían más podes e influencia sobre las decisiones políticas en la materia, que con la creación de un ministerio de Turismo.
¿Discrepancia dentro de la empresa que impulsa la plataforma que nos ocupa?
¿Qué pasa con las pymes? ¿Qué pasa con el establecimiento que lucha por ofrecer servicios de calidad en un pequeño pueblo?
¿Este lobby, que propone este directivo, velaría por los intereses de la industria en su conjunto?.
La polémica está servida.
