En España, a causa de una legalización estandarizada por parte de la Administración, se han producido momentos de auténtica masificación de establecimientos, la falta de profesionalización, de infraestructuras y de filosofía de negocio han minado el concepto de turismo rural.
Por ello, han nacido varias empresas que se han desmarcado de este término que resulta a veces peyorativo y se han enfocado más al concepto de hotel con encanto, basandose en tres pilares básicos que conforman su forma de trabajar; calidad, cordialidad y exclusividad.
Dos de estas empresas son RURALKA y RUSTICAE.
Cada una de estas empresas han formado su propio Club de Calidad en donde se engloban una serie de hoteles que reunen unas características específicas para poder pertenecer a dicho Club; como son un establecimiento gestionado a nivel familiar o pymes (huyendo de los stándares de las grandes cadenas hoteles), contar con menos de 30 habitaciones y estar ubicado en un entorno representativo, natural, rural o historico-artístico.
Basicamente el trabajo de estas empresas es acercar a anfitriones (hoteles) y huéspedes a través de sus distintas plataformas, con la premisa de la calidad.
Para un hotel rural o un hotel con encanto, pertenecer a uno de estos Clubs de Calidad, es estar avalado por una marca, que les proporcione promoción, marketing y comercialización.
Para el público es una selección de hoteles con encanto que destacan por su calidad y exclusividad.
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